Ginecología cosmética

Cirugía y estética

Información sobre cirugía estética y tratamientos estéticos

Desafortunadamente, después de los partos vaginales las mujeres pierden fuerza en los músculos del suelo pélvico. El suelo pélvico es un sistema de músculos y ligamentos que mantienen la vejiga, el útero y el recto en la posición correcta.

Imagen de ginecología cosmética

Los ejercicios de Kegel por si solos no pueden mejorar la condición de estos músculos vaginales. Debido a esto, muchas mujeres recurren a procedimientos quirúrgicos para remediar sus problemas.

La vaginoplastia, también conocida como cirugía estética V, es una operación ginecológica quirúrgica estándar. En el procedimiento se aprietan los músculos vaginales y tejidos blandos adyacentes, reduciendo el exceso de mucosa o flujo vaginal. Esto da como resultado una inmediata reducción del tamaño de los músculos vaginales.

Si hay mujeres que desean disminuir el tamaño de sus músculos vaginales, también hay mujeres que quieren disminuir el tamaño de sus labios vaginales. La labioplastia está dirigida a las mujeres que tienen problemas con sus labios vaginales. Los problemas más comunes es la presencia de unos labios vaginales demasiado grandes, unos labios asimétricos u otras cuestiones relacionadas con genitales femeninos. El citado procedimiento permite la disminución de los labios grandes y la corrección de las irregularidades.

Todos estos procedimientos quirúrgicos mencionados forman parte de lo que conocemos como ginecología cosmética. Esta amplia especialidad está emergiendo con fuerza y con un nivel de exigencia que sólo unos pocos profesionales suficientemente cualificados son capaces de realizar con buenos resultados. Este reducido grupo de cirujanos está formalmente entrenado en la especialidad de medicina femenina llamada gineco obstetras. Los otros especialistas igualmente capaces de llevar a cabo estos procedimientos son los cirujanos plásticos, los cirujanos cosméticos y los urólogos.

Vaginoplastia

La vaginoplastia tiene como objetivo mejorar el tono muscular de la vagina, apretando los músculos y los ligamentos de la misma. El músculo de la parte posterior de la vagina se acorta y se vuelve a coser con unas suturas absorbibles. Se retira el exceso de piel. Debido a la disminución de la mucosa vaginal, los músculos y los tejidos blandos adyacentes de la vagina se contraen. La cicatrización tiene lugar en el interior de la vagina.

La vaginoplastia se puede realizar tanto con anestesia general como con anestesia local y sedación. La paciente puede ser obligada a permanecer ingresada al menos durante la primera noche. La operación en sí misma sólo dura una hora. Los resultados son inmediatos, se disminuye el diámetro de la vagina y la rigidez de los músculos vaginales se incrementa. La vaginoplastia restaura las estructuras musculares de la vagina a un estado anterior al embarazo.

Después de realizar el procedimiento, la paciente puede experimentar un poco de dolor e inflamación. Pasados unos días, la paciente ya podrá caminar con normalidad. Las actividades sexuales tendrán que esperar hasta que no hayan pasado entre cuatro y seis semanas después del procedimiento. Para asegurarnos que todo se está curando correctamente, se deberán hacer unos controles de seguimiento. El periodo de recuperación suele durar una semana. La paciente podrá incorporarse a su puesto de trabajo pasado en periodo de recuperación, es decir, en una semana. El resultado final del procedimiento de vaginoplastia se puede ver entre las dos y tres semanas después de la cirugía.

Al igual que cualquier otro procedimiento quirúrgico, la vaginoplastia también implica algunos riesgos. Entre las posibles complicaciones se pueden incluir la infección, una reacción a la anestesia, sangrado y hematomas. Estos riesgos se producen más a menudo entre las mujeres que fuman, tienen sobrepeso, tienen diabetes u otros tipos de problemas de salud.

Después del procedimiento la paciente tendrá pequeñas cicatrices debido a las incisiones realizadas en la vaginoplastia. El cirujano, sin embargo, suele hacer los cortes en zonas discretas situadas en el interior de la vagina o en un pliegue natural de la zona. Las cicatrices se curan con el tiempo y con el cuidado adecuado llegan casi a desaparecer. Si se produjera algún daño permanente, sería necesaria una cirugía correctiva para solventar el problema.

Candidatas para la vaginoplastia

Aparte de las mujeres que desean reforzar sus músculos vaginales y los tejidos de sujeción, hay otras candidatas adecuadas para someterse a la vaginoplastia. Éstas son aquellas mujeres que sufren incontinencia urinaria o pérdida involuntaria de orina al toser, estornudar, reír, hacer ejercicio o practicar sexo, mujeres que desean mejorar la apariencia de sus genitales externos, recuperar su autoestima y recuperar sus vidas sexuales son también buenas candidatas para someterse a esta operación. Una vaginoplastia también puede ser una solución para las mujeres con prolapso pélvico. Una de las causas del prolapso pélvico es el debilitamiento de los músculos en la base de la pelvis. El debilitamiento provoca que la pelvis presione sobre la vagina desencadenando molestias en la región vaginal.

La vaginoplastia no está recomendada para las mujeres que acaban de dar a luz. Los médicos suelen aconsejar a las madres que están interesadas en someterse a este procedimiento que deben esperar al menos un año después del parto.

La vaginoplastia puede realizarse sola o en combinación con otros procedimientos cosméticos ginecológicos como la labioplastia. Después de la primera visita con un cirujano experimentado, debes salir con una idea clara de lo que es la vaginoplastia y de establecerte unas expectativas reales de tu caso en particular.

Antes de someterte a una cirugía de vaginoplastia debes evitar comer ciertos alimentos, las bebidas alcohólicas, el tabaco, ingerir determinadas vitaminas, comprimidos de hierro y algunos medicamentos. Debes informar a tu médico inmediatamente si experimentas dificultad para respirar, dolores en el pecho o pulso inusual. Debes estar atenta a cualquier signo de infección, sangrado y un aumento repentino del dolor.

La labioplastia

Cada mujer es diferente. Los labios de la vagina no siempre son iguales. No es infrecuente que una mujer sienta complejos e insatisfacción a causa de esto, especialmente si la desproporción es particularmente notable. Esta desproporción puede resultar incómoda, e incluso embarazosa para la mujer. Todo ello puede conducir a la insatisfacción sexual o dificultad para realizar el acto sexual. La labioplastia es la respuesta a este problema.

La labioplastia, a veces conocida como la reducción labial o la reducción de labios vaginales, es un procedimiento de cirugía plástica de los pliegues externos de la piel de alrededor de las estructuras de la vulva, los labios mayores y/o los labios menores. El ginecólogo o cirujano, se encarga de recortar los pliegues interiores de modo que ya no sobresalgan. Este paso se realiza ya sea mediante la reducción de los bordes de los labios mayores o cortando el tejido en forma de "V". Los bordes restantes se unen de nuevo y se cosen cuidadosamente.

Este tipo de procedimiento de ginecología cosmética se realiza bajo los efectos de la anestesia general o de la anestesia local mezclada con la sedación. En total esta cirugía puede durar una o dos horas. Normalmente las pacientes después de la cirugía se pueden ir a casa, no obstante, ha habido casos en los que se les ha recomendado pasar la primera noche en el hospital.

La labioplastia restaura el aspecto natural de los genitales femeninos. El procedimiento es casi indetectable una vez la zona se ha curado completamente. Después de la cirugía la paciente puede notar un poco de molestia e hinchazón, son respuestas corporales dentro de lo normal. Por lo general, estas molestias desaparecen por completo al cabo de una o dos semana. Las incisiones labiales se curan rápidamente y rara vez son perceptibles. Las mujeres a las que se les practicas la labioplastia tendrán que ponerse compresas después del procedimiento. No hay necesidad de eliminar físicamente las suturas o puntos porque se disuelven por si solos al cabo de pocos días.

A las pacientes se les aconseja no realizar intensos ejercicios durante al menos dos semanas. El sexo vaginal también debe evitarse al menos durante cuatro semanas. Se aconseja ducharse o bañarse diariamente pero de forma rápida con la finalidad de asegurar una rápida cicatrización. Esta cicatrización se completa generalmente a las dos semanas. Las visitas de seguimiento deben estar programadas de antemano para revisar el progreso de la paciente.

Las infecciones, la reacción adversa a la anestesia, el sangrado excesivo, el retraso en la cicatrización de las heridas, las cicatrices, los resultados insatisfactorios y la necesidad de una segunda (a veces tercera) cirugía son las posibles complicaciones posteriores a la labioplastia. Sin embargo, estas complicaciones son muy poco frecuentes. Los problemas con la cicatrización, con la separación entre las incisiones, con las cicatrices en sí y/o con el dolor post-quirúrgico pueden considerarse también riesgos. Este tipo de riesgos están presentes en todas las cirugías vaginales. Para solucionar estos problemas puede ser necesaria una cirugía adicional o un seguimiento con citas programadas.

Aspectos de la labioplastia

Las mujeres que tienen unos labios vaginales demasiado grandes o cada uno de un tamaño diferente que dan una imagen de desproporción, se les aconseja someterse a la cirugía de labioplastia. En este procedimiento se espera reducir el tamaño de los labios vaginales o genitales. Si estás considerando someterte a una reducción de labios vaginales asegúrate de que gozas de buen estado de salud física y que eres psicológicamente estable. Obtener información sobre dicho procedimiento te ayudará a prepararte para la operación.

Generalmente, los cirujanos te facilitarán unas instrucciones específicas para que puedas prepararte correctamente para la labioplastia. En general, te indicarán los alimentos y las bebidas que no debes consumir. Deberás evitar el consumo de tabaco, determinadas vitaminas, comprimidos de hierro y ciertos medicamentos antes de la operación. Asegúrate de aclarar todas tus dudas, haz todas las preguntas que tengas sobre la labioplastia a tu cirujano antes de la cirugía. Asegúrate de informar a tu médico sobre cualquier alergia que tengas. Podría ser beneficioso para ti que la operación coincidiera con tu periodo menstrual. Es importante que organices tu vuelta a casa después de la operación. Si vives sola pídele a un familiar o amigo que te vaya a buscar al hospital una vez finalice la cirugía.

Después de haberse sometido a la labioplastia, la paciente puede experimentar dolor o malestar general. Los medicamentos recetados por el médico pueden ayudar a controlar el malestar. Es posible que la zona dónde se ha realizado la cirugía permanezca hinchada y con moretones durante la primera semana después del procedimiento. Ponerse una bolsa de hielo sobre la zona, puede aliviar el malestar y reducir la inflamación. Al orinar la paciente puede sentir cierta incomodidad durante la primera semana. Lavarse con agua tibia sobre la zona, aliviará la sensación de ardor y escozor. Se debe utilizar ropa interior holgada al menos durante las dos primeras semanas después de la cirugía. La paciente no debe ponerse tampones durante las primeras seis semanas después de la operación.

Pasadas seis semanas, la zona ya no debería doler. La paciente, en circunstancias normales, podrá volver al trabajo una semana después de la cirugía y será capaz de reanudar sus actividades normales en unas dos o tres semanas. Si experimentas dificultad para respirar, dolores en el pecho o frecuencia cardíaca inusual, si observas cualquier signo de sangrado o experimentas un aumento repentino de dolor llama inmediatamente a tu ginecólogo porque podrías tener una infección.

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